No podemos exigir que alguien cambie cuando nosotros no lo hacemos y no podemos exigir que alguien lea cuando un libro no es ni lo último en lo que pensamos al final del día. Sin embargo, no todo está perdido. Existe un lector intrépido y curioso dentro de nosotros que solo espera el primer empujón para salir a flote y demostrarnos que las buenas prácticas no están olvidadas del todo. Pero ¿quién nos va a dar ese empujón? En algunos casos somos nosotros mismos, nuestros amigos o nuestra escuela. Esta última, en nuestro caso, fue el que lo hizo.
La Maratón de Lectura fue un evento fantástico, comenzamos con libros en “físico” que NOSOTROS mismos habíamos escogido (no, nadie nos impuso un género, un autor o el largo del libro). Para mí esa es una de las cosas más importantes que debemos resaltar, muchas veces le tenemos “miedo” a leer porque cada vez que lo hacemos solo son libros escogidos por algún adulto que nos dice qué leer y que no. Al final solo nos deja el sabor de una amarga lectura en la cual solo nos preguntamos “¿cuándo va a terminar :’v?”.
Sin embargo, si seguimos por la meta de involucrar a todos para que sea una experiencia cautivante, incluimos también lecturas digitales. ¿Quién a veces prefiere tener un celular, una tablet o la computadora en vez de un libro? Díganlo sin miedo. TODOS. No tiene nada de malo aceptarlo, las nuevas tecnologías muy por el contrario de cambiar nuestros hábitos se deben de enlazar con las que ya tenemos ¿Has escuchado hablar de los audiolibros?
Continuando con el Maratón de Lectura seguimos con la lectura física. Esta vez comenzamos a llenar nuestros marcadores de lectura. El silencio acompañado de vez en cuando de una risilla, una lágrima, una cara de susto o simplemente de atención denotaban que realmente disfrutábamos esto y realmente entendí que la lectura no está hecha para algunos, está hecha para todos, solo nos faltaba encontrar el libro indicado.
PREGUNTAAAAAAAAAA:
